Los métodos tradicionales de control de glucosa, basados en punciones frecuentes y mediciones puntuales, han sido la norma durante décadas. Sin embargo, presentan limitaciones importantes como el dolor, la incomodidad y la falta de información continua.
LinX CGM cambia este paradigma al ofrecer monitoreo constante y automático, sin dolor ni interrupciones. Mientras los métodos convencionales brindan solo instantáneas aisladas, el monitoreo continuo proporciona un panorama completo y dinámico del comportamiento de la glucosa.
Esta información detallada permite detectar patrones, anticipar riesgos y tomar decisiones informadas para ajustar el tratamiento y prevenir complicaciones. El dispositivo además emite alertas configurables, protegiendo al usuario en escenarios críticos.
En términos de comodidad, LinX CGM es pequeño, resistente al agua y solo requiere cambiar el sensor cada 15 días, frente a la incomodidad frecuente de los múltiples pinchazos diarios.
La comparación muestra que LinX CGM representa un salto significativo en tecnología, precisión y confort que está transformando la forma en que miles de personas manejan su diabetes.









